LAS SIETE TRIBUS MAGIARES.

Las Siete Tribus Magiares llegan a la llanura Panonia (así llamaron los romanos al país de Hungría) en el año 895. Desde este momento las siete Tribus forman una confederación (Hétmagyar- los siete magiares). Sacralizada por un Pacto de Sangre entre sus jefes que implicaba lealtad eterna a su líder o jefe.

El primer Príncipe fue Álmos (819-895), padre del Gran Príncipe Árpad, quien trajo a los húngaros a Europa desde Asia a finales del siglo IX.

 Príncipe Álmos.

El Pacto de Sangre (en húngaro Vérszerzödés), según la tradición húngara, es el primer tratado llevado a cabo. Según las crónicas húngaras, Álmos fue hijo del Príncipe Ügyek, Príncipe de Hungría (?-854) y su esposa Emese. La tradición húngara establece que Álmos fue elegido jefe supremo de los húngaros después del juramento realizado por su gente a finales del siglo IX y  se conoce como El Pacto de Sangre.

Algunos autores de la época medieval contaron que el pacto fue concertado en la región de Etelköz (aún fuera de Europa) donde los húngaros que llevaban un estilo de vida semi-nómada  errando desde Asia decidieron escoger un jefe supremo entre ellos. Las Siete Tribus húngaras (Nyék, Megyer, Kürtgyarmat, Tarján, Jenö,Kér, Keszi) conducidas por sus siete jefes Álmos, Elöd, Kond, Tas, Huba, Töhötöm y Ond, llenaron un recipiente con su propia sangre, mezclándola simbólicamente en señal de unión fraternal y escogiendo al primero de estos caudillos como su comandante supremo.

 El Pacto de Sangre.

Antiguamente los juramentos húngaros (previamente a su cristianización en el año 1000) se solían ratificar públicamente con un pacto de sangre. El contenido exacto de dicho tratado solo es especificado detalladamente por crónicas medievales posteriores. Álmos gobernó a los magiares entre 858 y 895, y los condujo a través de Eurasia hasta los montes Cárpatos, donde en la región de Transilvania se habría celebrado en una ceremonia religiosa pagana. Según la tradición húngara, se habría ofrecido voluntariamente y le habría delegado el mando a su hijo Árpad, quien guiaría a los húngaros a los territorios de la Cuenca Panonia en el 896.

 Cuenca Panonia.(Hungría).

  

Según la leyenda, Álmos habría nacido después de que el Turul (significa un halcón o águila en idioma turco), el ave mítica de los húngaros pre-cristianos, se le hubiera aparecido a Emese, madre del Príncipe, y le hubiera augurado grandes éxitos futuros a él y a sus descendientes. El Turul era el mensajero entre los dioses y los hombres, el guardián del orden y del equilibrio en el universo.

 Emese y el Turul (tesoro en Hungría).

Tras la muerte de Ügyek, su hijo Álmos (significado en húngaro- aquel del sueño) ocupó el trono del principado húngaro, sobre el año 854. Este príncipe conduciría a los húngaros hacia Europa oriental, y su hijo Árpad se convertiría en el Gran Príncipe húngaro fundador de la dinastía de los Árpádes, a la cual perteneció San Esteban I de Hungría. Que gobernó como Gran Príncipe (997-1000) y posteriormente como rey de Hungría (1000-1038). El rey San Esteban fue el primer monarca santificado por sus virtudes cristianas y no por morir como un mártir. Cristianizador de los húngaros y santo patrón.

 San Esteban I de Hungría.